La civilización azteca creó un gran imperio, cuya capital fue la ciudad de Tenochtitlan.

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La sociedad azteca se basaba en aspectos religiosos y militares, y los que tenían más poder eran los sacerdotes, seguidos por los jefes militares y los altos funcionarios del imperio.

Los altos funcionarios administrativos y militares tenían una serie de privilegios, no pagaban impuestos y vivían en grandes residencias.

 

La cultura azteca era muy religiosa. Su religión se basaba en los astros. Los aztecas adoraban a sus dioses y practicaban ritos en los templos sacerdotales.

 

Uno de sus dioses más importantes fue Huitzilopochtli, dios azteca de la guerra, representado por el Sol.

El dios Quetzalcóatl, serpiente emplumada, también era un ser divino muy adorado por otros pueblos.

En la cultura azteca, los mitos y ritos eran muy ricos y variados, y estaban relacionados con la naturaleza. Los cultos más importantes se relacionaban con el Sol.

 

Eran muy comunes los rituales con sacrificios humanos.