Los iberos llegaron a la península ibérica desde África. Fueron llamados así porque se establecieron a orillas del río Ibérica (hoy el Ebro). Crearon diversas culturas en la costa mediterránea y en el sur, donde se conservan restos arqueológicos.
Hacia el año 1200 a.C. tribus celtas entraron en la península por el norte y se establecieron en gran parte del territorio, asentándose con los iberos (celtiberos).
En la montaña vivía el pueblo vasco: el origen de esta población sigue siendo incierto. Con seguridad sabemos que es antiguo, así como lo es su lengua, con la posibilidad de que se trate de una población preibérica.
Los fenicios, los navegantes y comerciantes más famosos de la Antigüedad, llegaron a la península y fundaron colonias en el año 1100 a.C. La colonia más importante fue Gadir, lo que hoy es Cádiz.
A su vez, los griegos fundaron sus colonias en el sur, a lo largo de la costa
mediterránea.
Los cartagineses invadieron España y conquistaron una gran parte de la
península durante las Guerras Púnicas. Fundaron sus colonias más importantes
en la isla de Ibiza y en Cartagena.
Después de haber conquistado Cartago, Roma invadió las colonias cartaginesas
en España. Así consiguió conquistar la península ibérica casi por completo.
Hispania llegó a formar parte del Imperio romano, del que asumió la cultura y
la lengua.
Al empezar la caída del Imperio romano, unas tribus germánicas invaden la
península. De estas, la más importante fue la de los visigodos, que ocuparon
buena parte del territorio peninsular.